lunes, 30 de octubre de 2017

LITERATURA MEDIEVAL

DIEZ SIGLOS DE MUNDO MEDIEVAL

 La Edad Media se extiende desde el año 476 (fin Imperio Occidente) hasta 1453 (turcos toman Bizancio).

Las principales características de la Edad Media son:

En el Occidente de Europa, hubo un sistema social basado en el feudalismo. El feudo es un bien concedido por un señor (quien protege  y domina las tierras)  a un vasallo(trabaja y recibe préstamos) a cambio de obligaciones . Se caracteriza por las relaciones de dependencia. 
Esta sociedad feudal se establece en la mayor parte de Europa.

La gran aventura medieval son las Cruzadas. Mediante estas guerras los cristianos tratan de arrebatar a los musulmanes el dominio de los Santos Lugares de Palestina.
Cruzadas se suceden hasta el siglo XII, en que los cristianos abandonan la guerra santa.

A partir del siglo XII empiezan a hacerse las Universidades (el ayuntamiento de maestros y discípulos cuyo jefe es el rector). La enseñanza se imparte en latín y se estructura en grados. Para su erección hacía falta la Bula Pontificia de reconocimiento y la autorización para ejercer la docencia a los profesores. La más célebre fue la de Bolonia, famosa en medicina y derecho. Aquí en España las más importantes fueron la de Salamanca, Palencia y Valencia.

La peste irrumpió en aquel mundo de contrastes y desplegó sobre toda la gente y países llegando a la muerte. Murió una gran parte de Europa.



LAS LITERATURAS NACIONALES

 En la Edad Media el latín se adopta para la mayoría de casos. En primer lugar, se escoge al latín como lengua usual para actos religiosos, se utiliza el latín en las obras de los monjes en los monasterios, y se enseñaba en latín en escuelas monásticas y centros eclesiásticos.
En las universidades, el latín es la lengua universitaria, por lo que los profesores y estudiantes se comunican en latín.

El hecho más importante es el nacimiento de las distintas lenguas.
Las lenguas nuevas célticas ( irlandés, galés o bretón), germánicas (inglés, alemán danés o noruego) y romásnica( francés, provenzal, italiano, sardo, retorrománico, rumano, portugués, gallego, catalán y castellano)



sábado, 28 de octubre de 2017

METAMORFOSIS. OVIDIO

PÍRAMO Y TISBE

Píramo y Tisbe los más guapos de Oriente vivían en casas contiguas. Empezaron a conocerse y a quererse. Ante ellos, se opusieron los padres de ambos, y no pudieron casarse, como ellos querían. Cuanto más se lo impedían, más se querían.
Ellos dos se comunicaban a través de la grieta que había en la pared, que comunicaba  ambas casas.
Deciden escaparse la noche siguiente y encontrarse junto al sepulcro de Nino, al amparo de un árbol. Mientras Tisbe estaba esperando junto al árbol, llegó una leona a beber agua a la fuente que allí había, despúes de comerse a una presa. Tisbe asustada se esconde, perdiendo su velo por el camino y siendo devorado y manchado de sangre, por el león. Seguido de esto, aparece Píramo, vio las huellas del león y el velo, pensó que habían devorado a Tisbe.
Este se arrepiente de haberle dicho de escapar y acaba suicidandose junto al árbol donde habían quedado. 
Más tarde sale Tisbe de su escondite, y acude al árbol donde se suponía que le estaba esperando  Píramo. Tisbe se percata de que hay un cuerpo moribundo y ensangrentado junto al árbol, se da cuenta que es Píramo.
Tisbe se arrepiente y se culpa de la muerte de este, diciendo que ni la muerte la podrá separar de él.
Finalmente acaba suicidando junto a él en aquel árbol.
Después de estas dos muertes en ese árbol, el color de los frutos (moras) representa a ambos. 

En este caso la metamorfosis consiste en la transformación de la sangre de Tisbe y Píramo en el color maduro de las moras.









SHAKESPEARE

Shakespeare, fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Es considerado el escritor más importante en la lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.
En varias obras suyas, utilizó como referencia la leyenda antigua de Píramo y Tisbe.
Una de ellas es Romeo y Julieta, donde estos dos personajes están inspirados en Píramo y Tisbe.
En la obra Sueño en una noche de verano, sus protagonistas son Píramo y Tisbe.










 LUIS DE GÓNGORA 

Góngora, fue un poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde, y con simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o gongorismo.
Este, realiza una obra llamada Fábula de Píramo y Tisbe. Es una versión burlesca de la leyenda.

La ciudad de Babilonia
--famosa, no por sus muros
--
(fuesen de tierra cocidos
o sean de tierra crudos),
sino por los dos amantes,
desdichados
hijos suyos,
que, muertos, y en un estoque,
han peregrinado el mundo--
citarista dulce, hija
del Archipoeta rubio,
si al brazo de mi instrumento
le solicitas el pulso,
digno sujeto será
de las orejas del vulgo:
popular aplauso quiero;
perdónenme
sus tribunos.
Píramo fueron y Tisbe,
los que en verso hizo culto
el licenciado Nasón
(bien romo o bien narigudo)
dejar el dulce candor
lastimosamente oscuro
al que túmulo de seda
fue de los dos casquilucios
moral que los hospedó;
y fue condenado al punto
,
si del Tigris no en raíces,
de los amantes en frutos. 



Y por último, sin tener nada que ver con Shakespeare ni Luis de Góngora, en los Simpsons hay un capítulo insipirado en ellos. Con esto quiero enseñar, la trascendencia que ha tenido esta leyenda hasta la actualidad.






Píramo y Tisbe por Pierre-Claude Gautherot


domingo, 15 de octubre de 2017

FÁBULAS ESOPO






"EL LIBRO DEL BUEN AMOR" (Arcipreste de Hita)


EL CABALLO Y EL ASNO (Esopo)

Iva lidiar en campo el caballo fasiente,


porque forçó la dueña el su señor valiente,


lorigas bien levadas, muy valiente se siente:


mucho delante l'iba el asno mal doliente.


238 Con los pies, et con las manos, et con el noble freno.


El caballo soberbio fasía tan grand sueno,


que a las otras bestias espanta como trueno:


el asno con el miedo quedó, et no l' fue bueno.


239 Estava refusando el asno con la grand carga,


andava mal e poco, al caballo embarga:


derribole el caballo en medio de la varga;


dis': 'Don villano nesçio, buscad carrera larga.'


240 Dio salto en el campo ligero, aperçebido,


coydó ser vençedor, et fincó él vençido.


En el cuerpo muy fuerte de lança fue ferido,


las entrañas le salen, estava muy perdido.


241 Desque salió del campo, non valía una çermeña;


a arar lo pusieron, et a traer la leña,


a veses a la noria, a veses a la aceña:


escota el soberbio el amor de la dueña.


242 Tenía del grand yugo desolladas las çerviçes,


del finojar a veses finchadas las narises,


rodillas desolladas fasiendo muchas prises,


ojos fondos, bermejos, como pies de perdises.


243 Los quadriles salidos, somidas las ijadas,


el espinaso agudo, las orejas colgadas:


vídolo el asno nesçio: rijó bien tres vegadas,


dis': 'Compañero soberbio ¿dó son tu empelladas22?


244 '¿dó es tu noble freno, et tu dorada silla?


'¿dó es tu soberbia, dó es la tu rensilla?


'Siempre vivrás mesquino, e con mucha mansilla,


'vengue la tu soberbia tanta mala postilla.'


245 Aquí tomen enxiemplo, et liçón cada día


los que son muy soberbios con su grand orgullía,


que fuerza e edat e onra, salud e valentía


non pueden durar siempre, vanse con mançebía.



  Un hombre tenía un caballo y un asno.
Un día que ambos iban camino a la ciudad, el asno, sintiéndose cansado, le dijo al caballo:
- Toma una parte de mi carga si te interesa mi vida.
El caballo haciéndose el sordo no dijo nada al asno.
Horas más tarde, el asno cayó víctima de la fatiga, y murió allí mismo.
Entonces el dueño echó toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno. Y el caballo, suspirando dijo:
- ¡Qué mala suerte tengo! ¡Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora tengo que cargar con todo, y hasta con la piel del asno encima!
Resultado de imagen de el caballo y el asno

MORALEJA: Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prójimo que honestamente te lo pide, sin que lo notes en ese momento, en realidad te estás perjudicando a ti mismo.



"EL CONDE LUCANOR" (D. Juan Manuel)


EL CABALLO Y EL LEÓN  (Esopo)


Un día hablaba el Conde Lucanor con su consejero Patronio y le dijo:
-Patronio, desde hace mucho tiempo tengo un enemigo que me ha hecho mucho daño y yo a él, de modo que por obras y pensamientos estamos muy enemistados. Y ahora sucede que otro caballero, más poderoso que nosotros dos, está haciendo algunas cosas de las que ambos tememos que nos pueda venir mucho daño. Mi enemigo me ha sugerido que nos unamos y preparemos nuestra defensa contra el que desea atacarnos, pues si los dos estamos unidos le haremos frente con facilidad; pero si uno abandona al otro, cualquiera de nosotros que vaya contra aquel caballero no podrá vencerlo y, cuando uno de los dos sea derrotado, el que sobreviva será vencido aún más fácilmente. Por eso tengo serias dudas en este asunto, pues si hacemos las paces habremos de fiarnos el uno del otro, por lo cual, si aquel enemigo mío me quiere engañar y si yo estuviese en sus manos, mi vida correría peligro; pero por otra parte, si no nos unimos como me sugiere, nos puede venir mucho daño, tal como os he dicho. Por la confianza que tengo en vos y por vuestro buen juicio, os ruego que me deis consejo para obrar como mejor deba.
-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, la cosa es importante y al mismo tiempo peligrosa. Para que mejor sepáis lo que debéis hacer, me gustaría contaros lo que ocurrió en Túnez a dos caballeros que vivían con el infante don Enrique.
El conde le pidió que se lo contara.
-Señor conde -comenzó Patronio-, dos caballeros que estaban en Túnez con el infante don Enrique eran muy amigos y vivían juntos. Estos dos caballeros no tenían sino un caballo cada uno, y mientras ellos se estimaban y respetaban, sus caballos se tenían un odio feroz. Como los caballeros no eran tan ricos que pudieran pagar estancias distintas, y por la malquerencia de sus caballos no podían compartirlas, llevaban una vida muy enojosa. Cuando pasó cierto tiempo y vieron que no había solución, se lo contaron al infante don Enrique y le pidieron como favor que echara aquellos caballos a un león que tenía el rey de Túnez.
»Don Enrique habló con el rey de Túnez, que les pagó muy bien los caballos y los mandó meter en el patio donde estaba el león. Al verse los caballos juntos en aquel lugar, antes de que el león saliese de su jaula empezaron a pelear con mucha ira. Estando en lo más violento de su pelea, abrieron la jaula del león y, cuando los caballos lo vieron suelto por el patio, se echaron a temblar y se fueron acercando el uno al otro. Cuando estuvieron juntos, se quedaron así un rato y luego se lanzaron los dos contra el león, al que atacaron con cascos y dientes de modo tan violento que hubo de buscar refugio en su jaula. Los dos caballos quedaron sin daño, porque el león no pudo herirlos ni siquiera levemente y, después de esto, los dos caballos se hicieron tan amigos que comían en el mismo pesebre y dormían juntos en la misma cuadra, aunque era muy pequeña. Esta amistad nació entre ellos por el miedo que les produjo la presencia del león.
»Vos, señor Conde Lucanor, si creéis que vuestro enemigo tiene tanto miedo del otro porque le puede causar mucho daño y os necesita tanto a vos que forzosamente ha de olvidar vuestras antiguas rencillas, pues piensa que sin vos no puede defenderse, creo que, del mismo modo que los caballos se fueron acercando poco a poco hasta perder el recelo mutuo y estuvieron bien seguros el uno del otro, así vos debéis confiar poco a poco en vuestro antiguo enemigo. Y si siempre encontráis en él buenas obras y fidelidad, de modo que estéis seguro de que nunca os hará daño, por muy bien que vayan sus cosas, entonces haréis bien y os será muy útil ir en su ayuda para que no os destruya ni conquiste aquel otro enemigo; pues en muchas ocasiones debemos soportar, perdonar y auxiliar a nuestros parientes y vecinos para que nos defiendan contra los extraños. Pero si viereis que vuestro enemigo es de tal condición que, desde que le hayáis ayudado y sacado del peligro, al tener sus tierras a salvo, se levantará contra vos y no podréis confiar en él, no sería muy sensato que le ayudarais sino que debéis apartaros de él cuanto podáis, porque habréis comprobado que, aunque estaba él en un trance muy apurado, no quiso olvidar su antiguo recelo contra vos, sino que esperaba el momento oportuno de causar vuestro daño, con lo cual queda bien patente que no deberéis ayudarle a salir del peligro en que ahora se encuentra.
Al conde le agradó mucho lo que Patronio le dijo, pues comprendió que le daba un buen consejo.
Y como don Juan vio que este cuento era muy bueno, lo mandó poner en este libro e hizo los versos que dicen así:
Resultado de imagen de fabula dos caballos con el leon conde lucanor

MORALEJA: Estando vuestras tierras protegidas de daño, evitad las argucias que urden los extraños.




 
FELIX MARÍA SAMANIEGO

"LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA" (Esopo)
  Una Zorra se empeña
En dar una comida a una Cigüeña;
La convidó con tales expresiones,
Que anunciaban sin duda provisiones
De lo más excelente y exquisito.
Acepta alegre, va con apetito;
Pero encontró en la mesa solamente
jigote claro sobre chata fuente.
En vano a la comida picoteaba,
Pues era para el guiso que miraba
Inútil tenedor su largo pico.
La Zorra con la lengua y el hocico
Limpió tan bien su fuente, que pudiera
Servir de fregatriz si a Holanda fuera.
Mas de allí a poco tiempo, convidada
De la Cigüeña, halla preparada
Una redoma de jigote llena;
Allí fue su aflicción, allí su pena;
El hocico goloso al punto asoma
Al cuello de la hidrópica redoma,
Mas en vano, pues era tan estrecho,
Cual si por la Cigueña fuese hecho.
Envidiosa de ver que a conveniencia
Chupaba la del pico a su presencia,
Vuelve, tienta, discurre,
Huele, se desatina, en fin se aburre;
Marchó rabo entre piernas, tan corrida,
Que ni aun tuvo siquiera la salida
De decir: Están verdes, como antaño.



Cuentan que una zorra envitó a una cigüeña a comer con ella y le sirvió una sopa en un plato llano. La cigüeña con su largo pico no pudo tomar nada. Días después la cigúeña invitó a la zorra a comer con ella y le sirvió la comida en una alta y fina vasija.
La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la otra con su largo pico alcanzaba la comida perfectamente. Amiga, le dijo a la enfadada zorra, tu me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda. 

Resultado de imagen de LA ZORRA Y LA CIGUEÑA

 MORALEJA: Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html

Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html

Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña.

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html

La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.

La zorra y la cigüeña. Fábulas para niños

Cuentan que una zorra invitó a cenar a una cigüeña y le sirvió una sopa en plato llano. La cigüeña, con su largo pico, no pudo tomar nada. Días después, la cigüeña convidó a la zorra a comer, y le sirvió la comida en una alta y fina vasija. La zorra no podía meter su hocico y se quedó en ayunas, mientras la cigüeña, con su largo pico, alcanzó la comida sin problemas. "Amiga", le dijo a la enfadada zorra, "tú me hiciste ayunar y así te pago con la misma moneda".

Leer mas: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-zorra-ciguena-fabulas-ninos-20150611123949.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html

Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña.

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html

Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña.

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html

Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho. Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga Cigüeña.

Lee el original aquí: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html



domingo, 1 de octubre de 2017

LA ODISEA (Homero)

MI REGRESO A ÍTACA

Mi regreso a Ítaca fue una Odisea. Todos y cada uno de los días después de la guerra de Troya, de regreso a mi ciudad, me ocurrieron numerosas aventuras, pero hay cuatro las cuales teneis que saber por encima de todas. 
El segundo día después de acabar dicha guerra, desembarcamos yo y doce de mis compañeros en la isla de los Cíclopes (gigantes con fama de salvajes, que tenían un solo ojo y vivían como pastores). Recorrimos la zona y encontramos una cueva, y tuvo que ser la casa del cíclope Polifemo. No se nos ocurrió otra cosa que entrar a la cueva, nos encontramos con ovejas y vasijas con leche. Polifemo no estaba, pero al atardecer tapó la cueva con una roca gigante. Cuando se percató de nuestra presencia, nos dijo que no saldriamos de allí y que se nos comería uno por uno. Pero yo preocupado por mis compañeros y amigos saqué mi astucia y le dije que le habíamos traido vino de Grecia. Polifemo lo aceptó y siguió pidiendo más. quedando este profundamente dormido. Tiré un palo y se lo clavé en el ojo a Polifemo por lo cual ya no tenía ojo. Retiró la piedra para dejar salir a las ovejas de su rebaño para matarnos, pero nosotros listos, nos pusimos debajo de las ovejas, y cuando tocaba una por una por encima , él no sabía que nosotros estamos debajo. Cuando se dió cuenta de que habiamos escapado nos siguió hasta la nave pero no consiguió cogernos.Resultado de imagen de ulises y polifemo


Seguimos navegando varios diás, hasta llegar a una isla donde habitaba una hechicera llamada Circe, que quería seducirme y convirtió a todos mis amigos en cerdos por poco tiempo, ya que rogué a esta que los devolviera a su forma normal. Los delvolvió a hombres más guapos y altos al deshacer el hechizo. 

Resultado de imagen de ulises y circe


Circe me advirtió que nos ibamos a cruzar con sirenas. Por ello pedí a mis marineros que me ataran a la nave y ellos se pusieron tapones de cera para no escuchar dicho canto. Permanecí fijo al atravesar la zona de peligro,  pude verlas y escucharlas. Unas vez pasamos pedí que me desataran.

 Resultado de imagen de ulises y las sirenas


Una vez pasamos las sirenas, los dioses vuelven a ponerme a prueba. En el camino hacia Ítaca tuve que atravesar un peligroso canal entre dos imponentes acantilados, dominados por un lado por Escila y por otro por Caribdis.
Escila era un monstruo con rostro y pecho de mujer, seis cabezas de perro y doce patas de can en la cintura, mientras que Caribdis era un peligroso torbellino de agua que se tragaba todo lo que se le pasaba por delante varias veces al día, devolviéndolo todo después de tres días en forma de naufragio.
La roca de Escila, además, atraía mágicamente a las naves. astillándolas y lanzándolas a su compañero Caribdis... Era como estar entre la espada y la pared. Lo vi venir e hice virar rápidamente el barco para no chocar, pero entonces nos acercamos demasiado al torbellino y en el fragor de la tormenta, el ruido de las olas y el remolino de aguas de Caribdis. No pudimos evitarlo: la proa del barco se inclinó peligrosamente y durante minutos pareció que todo estaba perdido. Menos mal que le caigo bien a Atenea, que apiadada nos ayudó impulsando mágicamente la nave, de forma que Caribdis sólo pudo tragarse a seis hombres de la tripulación.


Resultado de imagen de escila y caribdis

Y así fueron cuatro de las aventuras que más miedo pasé, pero que con mi astucia logré salir de ellas sano y salvo.